Estrategias para aumentar tu productividad

Estrategias para aumentar tu productividad

En la modernidad siempre se puede más

Estamos viviendo en un mundo de hipercompetencia. Antes, tener estudios marcaba la diferencia, luego, fue el tener una carrera universitaria y estar titulado. En mi generación, fue el tener una o varias maestrías… después doctorados. Hoy eso ya no es suficiente.

Cuando la competencia es baja los “títulos nobiliarios” te distinguen, pero cuando la competencia es alta no se trata de cuántos estudios tienes, sino de qué eres capaz de hacer con lo que aprendiste en esos programas.

A diferencia de lo que muchos piensan, para crecer en una organización no necesariamente necesitas más personas, necesitas las mismas personas generando más resultados. La única forma de hacer eso es incrementando su productividad.

En este mundo empresarial no hay más espacio para las personas que van al trabajo a calentar la silla. Si no te enfocas en ser altamente productivo en tu negocio o trabajo en poco tiempo serás sustituido por alguien que si lo sea.

Con el objetivo de apoyarte en ser más productivo, pensé en tres estrategias buenísimas para aumentar tu productividad. ¡No te las pierdas! Si haces de ellas parte de tu día a día, en poco tiempo notarás la diferencia en tus resultados.

Gestión de productividad

Estrategia 1: Gestión de actividades

Todos tenemos 24 horas al día. Lo que marca la diferencia entre las personas productivas y las que no lo son, es qué es lo que hacen en esas 24 horas.

Aunque seguramente has escuchado hablar del término “Gestión del Tiempo”, la realidad es que no podemos gestionar el tiempo, porque siempre es el mismo. Lo único que podemos gestionar son las actividades que hacemos en ese tiempo.

A continuación te comparto algunas recomendaciones para la implementación de esta estrategia:  

1. Llega temprano al trabajo (entre 30 y 60 mins). Es decir, si entras a las 8am procura llegar a las 7am. Eso te permitirá tener tiempo para planear tu día sin distracciones.

2. Apunta todo en una agenda. La agenda puede ser física o digital. Una agenda te permite tener un respaldo y un lugar donde consultar los detalles de tus citas o reuniones. En este punto siempre sigo una regla “si no está en mi agenda, no existe”.

3. Prioriza tus actividades. Las personas solemos realizar primero las actividades más fáciles y las que más nos gustan, en lugar de las actividades más importantes y de mayor contribución. Piensa en la Ley de Pareto 80/20 que dice que el 20% de las cosas generan el 80% de los resultados. Si eso lo trasladamos a tus actividades diarias ¿Qué actividades pertenecerían al 20%?

4. Delega lo que no agregue valor. Para ser altamente productivo es importante que te enfoques en las actividades que agreguen mucho valor. El resto las puedes delegar a alguien de tu equipo de trabajo, a un outsourcing o puedes explorar una forma en que la tecnología se haga cargo de ellas.

5. Bloquea tiempos para actividades relacionadas. La concentración es secreto a la hora de realizar una actividad. Cuando saltas abruptamente de una actividad a otra tu cerebro requiere un tiempo de reajuste. Si esas actividades no están relacionadas el tiempo de reajuste es mayor. Por ejemplo, si necesitas hacer varias llamadas en el día puedes bloquear en tu agenda una hora para realizar sólo para llamadas.

6. Simplifica las actividades al máximo. Una de las razones por las que las personas procrastinan y evitan realizar una actividad es por su alto nivel de complejidad. Cuando tienes una actividad de ese tipo descomponla en actividades más sencillas hasta que la actividad sea fácil de entender e implementar.

Lee también: ¿Cómo administrar tu tiempo en el trabajo?

 

Estrategia 2: Gestión de energía

Una de las cosas que las personas pasan por alto a la hora de ejecutar una actividad es el tema de la energía. Todos tenemos un 100% de energía en el día y decidimos en qué gastarla. En ocasiones lo hacemos inteligentemente y en ocasiones no. Simplemente se nos va entre las manos.

Cuando no gestionamos la energía correctamente nos volvemos lentos y terminamos exhaustos al final del día.

A continuación te comparto algunas recomendaciones para la implementación de esta estrategia:  

Existen dos formas en las que generas energía para tu día: La primera es a través de lo que comes y la segunda a través del ejercicio que haces. Si comes alimentos de mala calidad tu energía será de mala calidad. Si no te ejercitas tu cuerpo estará aletargado. Visita a un nutriólogo y pídele un plan de alimentación y recomendaciones para estar activo. Un plan de alimentación no es una dieta para morirte de hambre es una forma de aprender a comer bien. 

¿Cuándo tienes tu mayor nivel de energía? ¿En la mañana, en la tarde o en la noche? Todos tenemos un momento en el día en que nos podemos concentrar mejor, donde hacemos las cosas más rápido, donde estamos más inspirados para avanzar. Las personas altamente productivas realizan las actividades más complejas en los momentos en los que tienen más energía. Las personas poco productivas desperdician el tiempo cuando tienen más energía y tratan de hacer lo complejo cuando ese momento ha pasado. Así que hazte consciente del momento en el día en que tienes más energía y asigna para esos momentos las actividades más importantes y de mayor contribución.

La meta no es solo volverte altamente productivo, sino mantenerte altamente productivo. La mente humana es como una máquina. Si la pones a trabajar y no le das tiempo de descansar, tarde o temprano se quema. Las personas altamente productivas que no se dan un espacio para descansar terminan quemadas. Por lo tanto, bloquea en tu agenda un tiempo para descansar al día, a la semana y al trimestre. Aunque al inicio te parezca una pérdida de tiempo, al final te darás cuenta que te volverás aún más productivo.

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Estrategia 3: Implementación acelerada

Ahora que sabes qué actividades necesitas realizar y cómo mantener un alto nivel de energía para realizarlas, lo que sigue es una metodología que te permita implementar… a pesar de ti.

Después de muchos años de enseñar a emprendedores, dueños de negocio, profesionistas independientes y empresarios cómo manejar su dinero y sus negocios, me di cuenta de que uno de sus mayores retos era el implementar lo que habían aprendido.

Puesto que uno de mis talentos es la implementación. Decidí desarrollar un programa llamado Implementación Acelerada con una metodología sencilla, paso a paso, con el objetivo de atacar los principales problemas que tiene una persona a la hora de implementar.

A continuación te comparto algunos de los principales problemas y unas recomendaciones:

  • No tener metas. Una de las razones por las que las personas no generan resultados es porque no tienen metas claras. Y si no sabes a dónde vas cualquier destino es un destino y cuando llegues no te va a gustar. Mi recomendación es que le pongas números a tus metas y si es posible las asocies a ventas y/o ganancias personales. Esto último las hará más inspiradoras para trabajar hacia ellas y volverlas realidad.

 

  • Falta de medición. Una meta siempre debe ir asociada a una medición. De lo contrario no tienes una meta, solo tienes buenas intenciones. Una medición numérica de los avances te permitirá saber si todo va en orden o si requieres imprimir un mayor esfuerzo para concretar la meta.

 

  • Falta de detonadores internos. Nuestro cerebro no está diseñado para terminar lo que empezamos. Por lo tanto, es necesario utilizar ciertos detonadores psicológicos para hacerlo. Uno de ellos, por ejemplo, es el de la humillación pública. Si una mujer le dice a su jefe y su equipo de trabajo que si no llega a la meta se va a rapar. Lo que va a suceder es que va a desayunar, comer y cenar la meta no por la meta en sí, sino para no raparse y sufrir de una humillación pública. Los detonadores son estrategias psicológicas que te impulsan a hacer lo que tienes que hacer.

 

  • Falta de seguimiento. Uno de los retos más grande que hay en los negocios no es el de generar ideas para solucionar problemas o aprovechar las oportunidades, es el de dar seguimiento a las cosas y hacer lo que se dijo que se iba a hacer. Si quieres ser una persona altamente productiva tienes que ser muy bueno dando seguimiento. Para esto te puedes apoyar en la tecnología, en la agenda o en rutinas que te permitan asegurarte que vas avanzando hacia lo que quieres lograr.

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También te recomendamos leer: Hábitos que te ayudarán a alcanzar el éxito.

Una estrategia para poder lograr más es aprender a invertir:

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