Entender las ganancias de tu negocio y tener control sobre el pago de impuestos, son las dos principales razones para mantener tus finanzas separadas de las de tu empresa.
No mezcles los gatos, mejor pide un préstamo
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), 17% de las pequeñas y medianas empresas utiliza las tarjetas de crédito personales para cubrir los gastos de representación y otros relacionados con la compañía, uno de los principales errores de operación de acuerdo con el organismo.
Por ello, las tarjetas corporativas y los préstamos para empresas son ideales para que los gastos del negocio no se mezclen con los del dueño, sino que con recursos del flujo del negocio se hagan compras de oportunidad, solventar gastos y para el control en general de las necesidades de la compañía.
Además, los expertos sugieren que no se deben usar tarjetas de crédito para pagar inversiones cuyo rendimiento está considerado a largo plazo, pues al hacerlo comprometes el flujo operativo para pagar la deuda y por dejas de pagar cosas prioritarias para la operación como la renta o a proveedores.
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Las mejores prácticas
La Condusef comparte sus consejos para un buen manejo crediticio en tu negocio:
- No tener deudas sin un control o planeación. En especial si se trata de una pequeña empresa ya que puede generar un sobre endeudamiento.
- Elegir asertivamente por qué razones se debe solicitar un préstamo.
- Definir para qué se quiere el financiamiento: para capital de trabajo, para maquinaria, por infraestructura y se recomienda que se utilicen todas las posibilidades, primero crecer con tus propios recursos ya sea reinvirtiendo utilidades con nuevas aportaciones con los socios incluso con la venta de activos, incluso con las externas pueden ser ahorros, el crédito comercial, los proveedores, captaciones de capital, crédito de corto plazo y seleccionar el financiamiento adecuado.
- Compara créditos y beneficios a fin de elegir el que más convenga a los intereses de tu negocio.