La prevención es la pieza clave
Cuando se trata de atención médica, la prevención es una de las mejores herramientas para mantener las enfermedades bajo control, pues un padecimiento además de debilitar tu salud, puede desestabilizar gravemente tus finanzas si no estás preparado para ello.
Si bien algunas enfermedades no pueden evitarse, puedes tomar medidas preventivas para atenderlos en caso de que se presenten.
Los pilares de la prevención
Anticípate
Contrata algún seguro de gastos médicos mayores. Asesórate por un experto en el tema, que te ayude a diseñar el seguro correcto de acuerdo a tu edad, estado de salud y sobre todo de tus antecedentes familiares y riesgos personales.
Recuerda que este gasto puedes deducirlo y recuperar parte de él en tu declaración anual.
También lee: Qué gastos puedes deducir en tu declaración anual.
Cuida tu salud
Aunque estos es obvio, muchas veces lo pasamos por alto. Adopta hábitos saludables como hacer ejercicio y comer sanamente. Además, pide a tu médico que te realice los estudios correspondientes de acuerdo a tu edad y antecedentes médicos con el fin de prevenir enfermedades o detectarlas a tiempo.
Fondo de emergencias
Hacer un presupuesto para gastos médicos (tanto si ya padecer alguna enfermedad, como para eventualidades) es una de las cosas más importantes que puede hacer como adulto responsable.
Este presupuesto debe comprender tus estudios médicos anuales, tres o cuatro visitas médicas al año por enfermedades menores y sus respectivos medicamentos y una parte que cubra alguna visita a la sala de urgencias.
Recuerda que aunque cuentes con un seguro de gastos médicos, el hospital te solicitará de inicio una cantidad en depósito.
Analiza tu estado de salud actual, tus antecedentes familiares y con base en ello elabora este colchón financiero.
No olvides incluir el pago de tu seguro de gastos médicos mayores.
En caso de enfermedad
Si están enfrentando un padecimiento y no estabas preparado, hay algunas medidas que puedes tomar para evitar un bache financiero. Por ejemplo, reajusta tu presupuesto de gastos. Una vez que sepas a cuánto equivalen los tratamientos o medicinas, busca ahorros en tus gastos mensuales.
Otra medida es solicitar un préstamo, la recomendación es que busques opciones que no pongan en riesgo tus finanzas, ¿cómo? asegúrate de poder pagarlo mes a mes.
*Con información de la CONDUSEF