Si eres de los que realizan sus actividades profesionales en casa; o en tu empresa puedes optar por hacer home office de vez en cuando, sin duda te has enfrentado en algún momento con la multitud de distracciones y tentaciones que ofrece una oficina en casa.
Trabajar desde casa puede resultar en una mayor productividad. De hecho, un estudio de Stanford arrojó que los empleados que trabajan desde casa son 13% más productivos, en comparación de aquellos que no lo hacen. Es probable que esto se deba a que se trabaja con menos estrés y más felices.
Y cómo no, es más relajante trabajar en pijama (acéptalo, lo has hecho),
mientras acaricias a tu mascota.
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Sin embargo, estar en casa nos enfrenta a múltiples distractores: el perro quiere salir. La ropa ya está lista para meterse a la secadora, los hijos, los vecinos, prepararte alguna botana y de pronto pareciera que nadie entiende que estás trabajando.
Entonces, ¿cómo lograr que tu casa sea un espacio lo más productivo posible?
1. Ten un espacio para trabajar
Olvídate de llevar la compu a la cama, al comedor, o a la sala mientras terminas de ver un capítulo en Netflix… NO. Debes designar un espacio aislado de las áreas de tráfico. Si es posible, pinta el área de colores neutros, relajantes y equípate con lo que necesitas . Asegúrate de que este espacio tenga una ventana, buena ventilación e iluminación.
2. Arma tu rutina
Está bien, no tienes que vestirte como lo harías para ir a la oficina, pero es importante que al levantarte de la cama sigas una rutina de aseo, te cambies de ropa, desayunes y te sientes a trabajar.
Es un mal hábito deambular con tus bóxers y camiseta, agarrar una taza de café y empezar a trabajar. Pensarás que más tarde puedes bañarte, pero la realidad es que en cuanto agarres el ritmo del día perderás la noción del tiempo y entrarás en pánico cuando de repente tengas que prepararte para una videollamada o ir a algún lado.
Idealmente establece horarios, así podrás aprovechar si una mañana despiertas más temprano para ir al gym o pasear al perro.
3. Ponte cómodo
No tan cómodo como para que quieras tomar una siesta, pero procura una buena iluminación y una silla cómoda (de oficina). Es terriblemente difícil ser una persona enfocada y productiva cuando constantemente te esfuerzas por ver la pantalla de tu computadora o cuando te duele la espalda.
4. Mantén el orden
Sin darte cuenta, de pronto en tu estación de trabajo ya tienes dos tazas de café, una bolsa de botanas, los recibos de la luz, revistas y hasta un juguete de tus hijos. Haz una rutina semanal para depurar, tira y guardar todo lo que no necesites. No puedes comenzar tu rutina de trabajo con una mentalidad clara y enfocada cuando estás rodeado de basura y cosas que no.
5. Toma pequeños descansos
Esto suena poco eficiente, pero te sorprendería la gran diferencia que puede hacer. Cada veinte minutos deja de mirar tu pantalla y toma un receso por 20 minutos. Tus ojos te lo agradecerán.
6. Arma tu agenda diaria
Empieza el día laboral en casa con una lista de tareas que debes completar. Esto aminora el estrés de la semana, da claridad de tus avances y te deja organizar horarios. Tampoco se trata de que porque estás en casa no te levantes ni para comer, o termines tu jornada en la noche. Tacha los elementos de la lista a medida que avanzas, estos serán pequeños momentos felices durante el día.
7. Ahorra por trabajar en casa
¿Te has puesto a pensar los ahorros que logras por trabajar en casa, ya sea de fijo u ocasionalmente? Te retamos a hacer cuentas de cuánto has dejado de gastar en gasolina, parquímetro, comidas fuera y hasta ropa para la oficina. Haz números y aprovecha estos ahorros para otros proyectos.
Utiliza la herramienta de Metas de kubo para ahorrar esto que estás dejando de gastar y lo mejor… tener rendimiento por ello. Lleva a un nuevo nivel los beneficios del trabajo en casa.
Son tips muy buenos que nos abren los ojos a no caer en la monotonia de la comodidad de trabajar desde casa.