Vivimos tiempos económicos complicados a nivel global. Con las tasas de interés subiendo y la inflación alcanzando el nivel más alto en décadas, algunos expertos creen que se avecina un período de recesión. Pero, ¿a qué se refiere este término y cómo podemos prepararnos para enfrentarlo?
¿Qué es una recesión económica?
Una recesión económica ocurre cuando la economía de una región decae durante varios meses o incluso años. Durante estos períodos, el Producto Interno Bruto (PIB) de la región, o el valor total de los bienes y servicios que produce, caen.
Al mismo tiempo, pueden ocurrir cambios dramáticos en el precio de materias primas como el petróleo y gas.
Las industrias rentables pueden volverse repentinamente menos valiosas.
Los consumidores pueden ver un aumento de la inflación o niveles de desempleo más altos de lo normal.
Como resultado, la confianza del consumidor se ve afectada, lo que significa que las personas empiezan a gastar menos, entonces las empresas realizan menos ventas y el crecimiento económico se estanca o se vuelve inexistente.
Esto significa que la economía está interconectada y que no solo crece gracias al crecimiento de la producción, sino que está afectada por situaciones externas como cambios en las políticas del gobierno de turno, situaciones de guerra (incluso en otros países), emergencias sanitarias como fue el caso de la pandemia del 2020, etc.
Las recesiones económicas son una parte inevitable de cualquier economía. Pero esto no tiene por qué representar un riesgo para tus finanzas.
Llevando a cabo algunas estrategias, puedes sortear la tormenta anticipándote a los desafíos y preparándote para el futuro.
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¿Cuáles son las causas de una recesión económica?
Una recesión económica es producto de una serie de eventos económicos:
Incertidumbre económica: En economías en las cuales no se puede saber a ciencia cierta cuál será el futuro y no hay garantías económicas para la inversión.
Por ejemplo, en caso de una situación de guerra, o países cuyas políticas afectan a la propiedad privada, o como lo sucedido en el 2020 con la pandemia e incluso se da una huida de capitales por la falta de garantías para invertir.
Exceso de oferta de bienes y servicios: Este caso, por lo general, se da posteriormente a una situación de bonanza económica, donde las empresas comienzan a producir en exceso dada la creciente demanda a la que se vienen enfrentando.
En este punto crece su plantilla de empleados, aumentan los inventarios, sin embargo, llega un momento en el cual esa demanda llega a su punto límite y ya no crece más y es cuando las empresas se ven obligadas a hacer recortes de personal porque no pueden cubrir sus costos, tener producto en stock sin vender. Por tanto, crece el desempleo, la sociedad pierde su poder adquisitivo y es entonces cuando baja el consumo.
Prepara tus finanzas ante una recesión económica
Te compartimos algunos pasos esenciales para ayudarte a planificar para tiempos inciertos.
1. Haz un balance de tus prioridades financieras
Una de las partes más difíciles de una recesión es no saber qué viene después y cuándo mejorarán las cosas. Por eso es importante tener claro cuál es tu posición financiera. Hazte estas preguntas clave que te darán un panorama sobre tu situación:
- ¿Cuánto efectivo tengo disponible?
- ¿Cuánto efectivo puedo tener en mis manos rápidamente, si lo necesito?
- ¿Cuántas deudas tengo actualmente (tarjetas de crédito, préstamos, hipotecas)?
- ¿Cuáles son mis gastos básicos de subsistencia mensuales, incluidos alimentos, vivienda, seguro médico, transporte y escuela de los niños?
- ¿Se avecina algún evento relevante en la vida que suponga gastos significativos? Por ejemplo, bodas, un bebé o tu jubilación
Es el momento de comprender lo que estás gastando y anticipar tus necesidades para los próximos seis meses. Si estás bien preparado para una recesión, la pérdida de un trabajo u otro obstáculo financiero no será un tema que te agobie de más, pues es probable que tengas un fondo de emergencia que cubra de tres a seis meses de gastos. Si no tienes por lo menos estos meses cubiertos, vuélvelo una meta financiera.
2. Ajusta tus gastos
Es posible que tu presupuesto deba adaptarse para una recesión, y eso está bien. Trata de reducir los gastos no esenciales, como entretenimiento, televisión por cable y ropa. Si bien no es realista pensar que puedes eliminarlos, es importante separar los deseos y las necesidades. Busca áreas en las que estés gastando de más.
Una vez que adquieres el hábito de revisar periódicamente tus finanzas y buscar formas de eficientar el gasto, has dado un gran paso hacia la estabilidad financiera.
3. Enfócate en el pago de deudas
Intenta disminuir tus deudas más caras. Así, en caso de que pierdas tu empleo o tus ingresos disminuyan, no tendrás estos compromisos financieros ahorcando tu cartera mes a mes.
4. Incrementa tu fondo de emergencia
Incluso si se avecinan recortes de empleo, pon la mayor cantidad de efectivo posible en tu fondo de emergencia. Necesitarás todo cuando los ingresos dejen de fluir. Renuncia a todos los extras, incluida la comida para llevar y las comidas fuera de casa.
Si quieres profundizar en las claves para proteger tus finanzas personales y tu economía familiar, te recomendamos escuchar el siguiente episodio de Gimnasio Financiero:
Una recesión puede ser un momento incierto, pero lo mejor que puedes hacer es tomar medidas proactivas para prepararte, como proteger tu dinero con la inversión, invirtiendo en kubo.financiero. Estar al tanto de tus finanzas es lo primero en la lista, aprovecha nuestro aumento de tasas para proteger tu dinero ante la inflación.