Una deuda buena es aquella que te ayuda a generar más ingresos. El crédito puede servir para impulsar un negocio o un proyecto a través de la compra de materias primas y hacer crecer metas. Te explicamos cómo un financiamiento se puede convertir en una deuda buena.
La relación con nuestro dinero puede ser fuente de estrés y tener un efecto en nuestro estado de ánimo, más aún cuando se trata de créditos. De acuerdo con datos de la Condusef, 5 de cada 10 mexicanos que trabajan están agobiados por sus deudas. Y es que creemos que todas las deudas son malas, que pedir un préstamo es incorrecto y nos traerá problemas. Pero el problema no es solicitar una línea de financiamiento, sino usarla de manera incorrecta.
Entonces, ¿cómo puedes usar una línea de crédito a tu favor? Aquí te decimos todo sobre como convertir un préstamo en una deuda buena.
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Convierte un crédito en una deuda productiva
Es fácil, una deuda buena es cualquier tipo de préstamo que puede ayudarte a aumentar tu patrimonio y generar riqueza. Es decir, que te generará ingresos. Ejemplo de una deuda buena puede ser financiar tus estudios, una maestría o un posgrado. Otro ejemplo es una hipoteca, que te permitirá ser dueño de tu casa, o un préstamo que te permita tener el capital que necesitas para construir un negocio exitoso o hacer crecer el que ya tienes.
Aunque pedir un préstamo significa tener que hacer un pago regular y verlo reflejado en tu presupuesto, si es una deuda buena se vuelve una inversión que aumenta de valor con el tiempo.
Eso sí, aunque el préstamo que tienes en mente solicitar se vaya a convertir en una deuda buena, debes poner atención para no cometer errores al elegir el correcto.
Hay algunas reglas generales que debes seguir como: buscar la tasa de interés más baja posible, investigar para obtener más información sobre las posibles protecciones y los planes de pago disponibles, y siempre aceptar el crédito que puedes pagar.
Lo que separa una deuda buena de una mala es que esta última financia los activos que se deprecian, mientras que las deudas buenas pueden darte acceso a un activo que aumentará de valor con el tiempo.
En términos de tasas de interés, una deuda mala tiende a generar intereses más altos que la deuda buena y entonces te darás cuenta de que estás pagando más de lo que vale el activo, porque estás extendiendo ese pago durante un largo período a una tasa elevada.
¿Qué debes tener en cuenta al adquirir una deuda?
Para determinar si vale la pena asumir una deuda adicional, hay algunas preguntas que debes hacerte:
- Determina si puedes pagar mensualmente el préstamo.
- Después de analizar la oferta crediticia deberías poder tener claro cuál es el plan de crédito que más te conviene.
- Ten en cuenta los intereses y hazte la siguiente pregunta: ¿Los intereses del crédito siguen siendo menores a la ganancia que obtendrás?
- Haz cuentas de cuántos ingresos adicionales prevés obtener a partir del proyecto que vas a financiar. Compáralo con lo que pagarás por el crédito al final del plazo y saca tus conclusiones.
Tomar la decisión de tomar una nueva deuda requiere de preparación para determinar si obtendrás o no más que lo que pagarás por ella. Haciendo el análisis correcto, podrás evaluar si tomar un crédito tiene sentido o no.
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