Cuando exploramos el mundo de las inversiones y los rendimientos, podemos dividirlo en dos categorías principales: renta fija y renta variable.
Diferenciar entre renta variable y renta fija será clave para tomar decisiones financieras sólidas y desarrollar una cartera de inversiones que se ajuste a tus necesidades y nivel de tolerancia al riesgo. Ahondemos en las diferencias entre ambas categorías:
Renta variable
La renta variable es un tipo de inversión cuyo porcentaje de rendimiento no se conoce en el momento de la solicitud.
El ejemplo más común son las acciones de la Bolsa de Valores, ETFs o criptomonedas. Sus precios siempre están cambiando y no es fácil saber cuánto dinero vas a ganar, o si vas a ganar algo.
Renta fija
Por otro lado, la renta fija se refiere a inversiones que pagan tasas de rendimientos estipulados a la fecha de vencimiento y, al finalizar el plazo, los inversores reciben el monto acordado. En otras palabras, es una inversión que genera rendimientos predecibles. Los tipos más usuales de inversión de renta fija son los bonos gubernamentales como los CETES y las inversiones a plazo fijo como las que ofrece kubo.financiero.
Consideremos los pros y contras de cada tipo de inversión
Las inversiones de renta fija se consideran de bajo riesgo en comparación con las acciones, y es que si inviertes en CETES tu dinero está respaldado por el gobierno. Ahora que si lo haces en una institución financiera, avalada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, CNBV, las posibilidades de que la institución no cumpla son casi nulas.
Además, en caso de que inviertas en una Sofipo y la institución se declare en quiebra, tu dinero está asegurado. El Fondo de Protección de las Sociedades Financieras Populares y de Protección a sus Ahorradores (Prosofipo), protege los depósitos de los inversionistas por hasta 25 mil Unidades de Inversión (UDIS), que en 2023 equivale a 194,370 pesos.
Debido a que estos instrumentos tienen una tasa de rendimiento fija y bajo riesgo, son una excelente manera de generar flujo de ingresos constante. Invertir en renta fija puede potencialmente equilibrar las pérdidas cuando los mercados bursátiles oscilan si tienes inversiones en renta variable.
Ahora bien, invertir en renta variable significa mayores rendimientos. Aunque toma en cuenta que ganancias pasadas no aseguran las futuras, por lo que siempre debes estar asesorado por un experto y monitoreando tus rendimientos.
Los instrumentos de renta variable no están sujetos a ningún plazo, por lo que significa que tienes más liquidez, es decir, puedes retirar tu dinero en el momento que lo desees.
Aunque por años el mercado de renta variable se pensaba exclusivo de los inversionistas más expertos y conocedores, las cosas han cambiado. La tecnología ha hecho más accesible que nunca invertir en estos productos. Es cada vez más común que puedas invertir en algún paquete de acciones de la Bolsa de Valores a través de los ETFs o comprar criptomonedas, por mencionar algunos ejemplos.
Algo que no debes perder de vista es que aunque la mayoría de las veces la renta variable tienen ganancias superiores a la renta fija, existe la posibilidad de que no sea así, principalmente en entorno económico complicado o frente a una recesión.
Aunque los productos de renta variable se consideran más riesgosos debido a que tienen mayor volatilidad que los productos de renta fija, generalmente proporcionan una mejor rentabilidad, por eso es importante considerarlos en una estrategia de diversificación.
A medida que hemos explorado las diferencias entre estas categorías, es evidente que cada una de estas opciones de inversión tiene sus propias ventajas y desafíos.
Ya sea que optes por la renta fija con sus beneficios seguros o te sientas atraído por el potencial de ganancias más alto de la renta variable, la clave está en tomar decisiones informadas que se alineen con tus objetivos y situación financiera. ¡Empieza a dar forma a tu futuro financiero hoy mismo!