Claves para saber cuándo hacerlo
Si quieres iniciar o tienes un negocio, es posible que en el algún momento pienses en pedir un préstamo, ya sea para hacerlo funcionar, mejorarlo o crecer. Sin embargo, tomar la decisión no es fácil, entre otras cosas, debes considerar las finanzas de tu empresa, tu situación financiera personal, cuánto dinero puedes pedir y cómo vas a pagar tu préstamo.
Aquí te compartimos algunas claves para saber cuándo estás listo para solicitar un préstamo para tu negocio.
1. Conoces perfectamente cómo funciona tu negocio
Una regla de oro en las inversiones es: no inviertas en algo que no entiendas. Esto debido a que, si no lo comprendes, será más fácil cometer errores y perder dinero. Por ello, debes conocer al 100% el funcionamiento de tu negocio. Identifica cuál es tu mercado actual, tu competencia, tu público objetivo y define una propuesta de valor original.
2. Tienes un análisis de la situación financiera de tu negocio
Para impulsar tu negocio debes saber si es rentable, cuánto vas a obtener de ingresos, cuáles son los costos fijos y variables, cuánto debes pagar de impuestos e intereses de deudas (si las tienes). Preferentemente, debes tener ventas realizadas para validar que las personas están dispuestas a pagar por tu producto o servicio.
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3. Identifica claramente el objetivo del préstamo
Un préstamo puede ayudarte a iniciar, eficientar o mejorar tu negocio. Detalla qué necesitas: materia prima, recursos humanos u otro tipo de bienes y cómo esta inversión se traducirá en más dinero en tu negocio. También, pregúntate si es necesario solicitarlo en este momento o si puedes esperar y ahorrar para pagar este gasto.
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4. Conoces tu capacidad de pago
No es recomendable que el pago mensual de tu crédito sea mayor a tu capacidad de pago. Los expertos en finanzas personales recomiendan tener como deuda un máximo del 20% de tus ingresos mensuales. Es decir, si ganas 20 mil pesos al mes, lo ideal es que tus pagos sean de 4 mil pesos como máximo.
De esa manera, si algo sale mal, no pondrás en riesgo el pago de gastos esenciales, como alimentación, transporte, colegiaturas, entre otros. Elabora un presupuesto detallado para saber con precisión el monto a pagar en deudas y si es necesario recortar algunos gastos.
Lo más importante es que puedas pagar un préstamo, sin que te quite el sueño. Simula tu préstamo y verifica si está dentro de tu capacidad de endeudamiento.
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5. Conoces tu score crediticio
Ahora bien, para conseguir un préstamo con una mejor tasa de interés es ideal que tengas un buen historial crediticio. Mediante el score crediticio (un puntaje de tu comportamiento crediticio), las instituciones financieras sabrán si eres un buen pagador; y así, determinarán buenas o no tan buenas condiciones.
Puedes consultar tu score crediticio en una Sociedad de Información Crediticio como Buró de Crédito o Círculo de Crédito con un costo por este servicio. Algunas plataformas de préstamos por Internet te ofrecen tu score crediticio de manera gratuita. ¡Pregunta por los requisitos!
Si tu score no es tan alto como tú pensabas, tal vez es porque no estás pagando a tiempo tus tarjetas o servicios, tienes muchos créditos activos, utilizas un alto porcentaje del crédito, entre otros aspectos. Trata de mejorar estos puntos antes de pedir un préstamo.
También, debes verificar que tus datos estén actualizados, puedes ser víctima de un fraude y esto afecta tu calificación crediticia.
6. Conoces el costo de tu préstamo
Una vez que tienes claro cuánto puedes pagar, y cómo se va a desarrollar tu negocio, debes valorar el costo del préstamo mediante la tasa de interés, las comisiones y el plazo de devolución. Aunque puedas necesitar el préstamo, es necesario revisar que existan las mejores condiciones para evitar pagos excesivos.
En conclusión, tú puedes identificar fácilmente cuándo es el momento ideal para pedir un préstamo para tu negocio. Solo es cuestión de hacer algunas cuentas tanto de la empresa como de tu vida personal. Es importante que conozcas el funcionamiento de tu negocio, pero que también tengas un buen control de tus finanzas personales, con el fin asegurar el pago del préstamo, sin poner en riesgo tu patrimonio.