Una de las causas principales del estrés en la vida cotidiana es el tema financiero, manejar de la mejor manera nuestras finanzas personales, hacer que el dinero nos rinda. Y por otro lado, el estilo de vida agitado con fechas límite que cumplir y la presión laboral, que hacen que nos olvidemos de la importancia de la relajación.
“A veces lo más productivo que puedes hacer es relajarte” Mark Black
El estrés laboral
Por otra parte, otra de las principales causas de estrés en el día a día, es el causado por la vida laboral.
El 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos, el estrés es potencialmente contagioso, ya que estar cerca o visualizar a otras personas en situaciones de estrés, puede aumentar los niveles de cortisol del observador.
Sin embargo, relajarnos por solo 5 minutos periódicamente alejándonos de lo que está causando que nuestros niveles de estrés aumenten, puede darnos la energía que necesitamos para enfrentar nuestra carga de trabajo o el problema que enfrentamos.
Sin embargo, no todo es malo, ya que una cierta cantidad de estrés es necesaria para hacer frente a situaciones difíciles en nuestra vida cotidiana. El estrés produce cambios físicos en nuestro cuerpo que nos permiten tomar medidas, que se desvanecen rápidamente una vez que el problema encontrado desaparece, pero se convierte en un problema si permanecemos demasiado tiempo en un estado de alto estrés, siendo perjudicial para nuestra salud.
Causas del estrés
¿Cuáles son las 5 mayores causas de estrés en una persona?
- El trabajo
- Finanzas personales
- Violencia
- Tráfico vehicular
- Problemas de pareja o familiares
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¿Cómo manejar el estrés?
El manejo del estrés comienza con la identificación de las causas. Si bien es fácil identificar los principales factores estresantes, como cambiar de trabajo, el manejo de tus finanzas personales, etc, visualizar las fuentes del estrés crónico puede ser más complicado.
Es muy fácil pasar por alto cómo tus propios pensamientos, sentimientos y comportamientos contribuyen a tus niveles de estrés cotidianos.
Para identificar sus verdaderas fuentes de estrés, mira de cerca tus hábitos, actitudes y excusas:
- ¿Explicas el estrés como algo temporal (“Tengo un millón de cosas sucediendo en este momento”) a pesar de que no puedes recordar la última vez que tomaste una pausa?
- ¿Defines el estrés como una parte integral de tu vida laboral o familiar (“Las cosas siempre están locas por aquí”) o de tu personalidad (“Tengo mucha energía nerviosa, eso es todo”)?
- ¿Echas la culpa de tu estrés a otras personas o eventos externos, o lo ves como completamente normal y sin excepción?
Hasta que no aceptes la responsabilidad del papel que desempeñas en su creación o mantenimiento, tu nivel de estrés permanecerá fuera de tu control.
Practicar la relajación es fundamental para nivelar el estrés. La relajación baja el ritmo cardíaco, reduce la presión arterial y alivia la tensión.
Programa 5 minutos varias veces en tu calendario de reuniones para reducir los niveles de estrés y aumentar sus niveles de energía.
Aquí hay algunas técnicas de relajación que son rápidas y fáciles de hacer y casi en cualquier lugar:
Respiración profunda: La respiración profunda implica tomar respiraciones lentas y profundas por la nariz y exhalar gradualmente por la boca para permitir que todo el cuerpo se relaje un poco más con cada respiración.
Relajación muscular progresiva: La relajación muscular progresiva (profunda) consiste en tensar y luego relajar alternativamente grupos de músculos de todo el cuerpo. Comience con los músculos faciales y luego pase a otros grupos musculares (cuello, hombros, brazos, pecho, estómago, piernas y pies) para relajar todo el cuerpo.
Meditación: La meditación consiste en descansar en una posición cómoda sin distracciones. Enfoca tu atención en una sola cosa. Esto puede ser una palabra o frase, tu respiración, un sonido o una imagen. Vuelve a centrar tu atención cada vez que te distraigas.
Visualización: La visualización involucra el uso de su imaginación para crear una imagen visual de un lugar relajante, calmante o curativo. Imagine cada parte de esta imagen (vista, sonido, sabor, movimiento y textura) para que sea lo más real posible.
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