No solo se trata de guardar dinero
Puede ser difícil empezar a ahorrar y volverlo un hábito, entonces, ¿por qué no hacerlo bien? Por extraño que parezca, ahorrar a ciegas, sin un plan, puede ser contraproducente. Por eso aquí te decimos cuáles son los principales errores para que no caigas en ellos y realmente hagas crecer tu esfuerzo.
Creer que necesitas hacer un esfuerzo adicional
Para ahorrar no se necesita empezar con grandes montos. La moneda o billete que decidas guardar hoy puede ser el inicio. No quieras empezar con una gran suma. Si crees que no puedes empezar a guardar dinero porque llegas a la quincena en cero, evalúa tus gastos hormiga y descubre fugas de dinero de donde podrás echar mano para iniciar este buen hábito.
Mantener el dinero en una cuenta de ahorro
Es cierto, tus fondos estarán disponibles, pero el objetivo de ahorrar es tener claro para qué y por cuánto tiempo. Sabiendo esto puedes recurrir a productos financieros que te dejen interesantes rendimientos. Por ejemplo kubo.plazofijo, la herramienta de inversión con la que puedes empezar tu ahorro desde 100 pesos.
Ahorrar sin un plan, sin estar obteniendo rendimientos, hace que tu dinero comience a perder valor en el tiempo.
No gastar en lo importante
Si ya estás inmerso en la dinámica del ahorro es fácil que caigas en la trampa de posponer algunos gastos que parecieran innecesarias, con el fin de crecer tu ahorro. Recuerda que pequeños problemas desatendidos pueden convertirse en problemas costosos, por ejemplo no darle mantenimiento preventivo a tu coche o casa, por ejemplo, puede costar mucho más a largo plazo.
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Convertirte un cazaofertas
La mayoría de los ahorradores tienen en común que compran bien informados. Saben cómo encontrar una ganga. Hacen listas antes de salir, se apegan a ella, comparan y se mantienen alerta para las mejores ofertas.
Sin embargo, la caza de gangas a veces puede llevarte a gastar de más. Por ejemplo, podrías ver una oferta irresistible de algo que no realmente necesitas. Ser un ahorrador inteligente también significa ser un comprador inteligente.
No liquidar deudas caras
Si estás pagando el mínimo de tus tarjetas de crédito por ahorrar, un poco de matemática simple te mostrará por qué puede ser una mala idea. Compara el interés que pagas y cómo crece mes a mes versus el rendimiento que ganas por tus inversiones.
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No te recompensas por ser un ahorrador constante
Al igual que una dieta para bajar de peso, una dieta financiera consiste en obtener ganancias a largo plazo. ¿Por qué no disfrutar de algo especial después de cumplir un objetivo específico? Establece una meta de ahorro, luego recompénsate con algo que te guste. La privación te hace sentir desmotivado y más vulnerable a en cualquier momento decirte a ti mismo que mereces algo nuevo y costoso.
Como ves, no solo se trata de ahorrar, sino hacerlo de manera inteligente, en la que tu dinero crezca casi sin que te des cuenta.